Para pasar de una situación X a una situación Y en una organización, es imprescindible que todos los involucrados ejerciten las siguientes prácticas:

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ESCUCHA ACTIVA

Para saber dónde está la organización, dónde quiere estar y qué se debe hacer para alcanzar las metas, se necesita escuchar activamente. Además, hacer uso de esta buena práctica permite conocer los miedos y las necesidades de los colaboradores.

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LIDERAR CON EJEMPLO

Con el fin de crear un ambiente donde el cambio se dé con el menor número de barreras, se requieren aliados que sean multiplicadores de conocimiento. No existe un solo rol o checklist de los pasos que debe seguir siempre esta persona, pues un buen líder debe determinar qué estilo de dirección debe implementar según sea el caso. Igualmente, el líder debe estar alineado y convencido de que el cambio que se está haciendo es para bien organizacional por encima de las individualidades. De esta manera le será más fácil animar a su equipo.

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COMUNICACIÓN ASERTIVA

Implica detectar el momento, el medio, el tono y las palabras adecuadas para informar y retroalimentar. Se debe preparar al personal para comunicar estratégicamente, incluso cuando se enfrenten a conversaciones con personas que buscan disputas.

Es importante comunicar el impacto del cambio para evitar la incertidumbre en los colaboradores, se les debe expresar cuáles son los cambios a nivel macro, bajo qué visión se están realizando y cómo va a repercutir en sus labores diarias. Es importante darles la posibilidad de que ellos hagan aportes y sugerencias.

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TRABAJO EN EQUIPO

Cada colaborador debe entender que el cambio es de todos, que el trabajo propio repercute en el de los demás, que las organizaciones necesitan trazabilidad en sus procesos para ser competitivas.

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AFIANZAR LOS VALORES

Los colaboradores deben recordar y afianzar los valores de la organización para tener una base sólida en medio de los cambios organizacionales.